Un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Recursos para la comunicación

Un día más aquí nos encontramos para hablar sobre herramientas que faciliten la comunicación entre las familias y el centro escolar o la tutora. 
Como ya sabemos las nuevas tecnologías se han incluido en nuestra rutina de vida de manera que nos ayudan a alcanzar una serie de objetivos que sin estas serían más complejos. 
En muchos centros escolares, se ha introducido una plataforma informativa, en la que diariamente los profesores apuntan en ella, los comportamientos de los niños, si han tenido dificultades en las asignaturas, o cualquier aspecto que sea de relevancia, y el profesor crea que es necesario que las familias conozcan cuanto antes.
Este espacio es personal, por lo que, cada familia tiene su propia plataforma, con un usuario y contraseña, además el propio alumno también tiene la oportunidad de tener la misma plataforma, sin embargo no es compartida con sus padres, para evitar problemas sobre todo cuando los alumnos tienen una edad más avanzada.
Es evidente, que la inclusión de este tipo de plataformas en un centro educativo, se vuelve necesaria sobre todo cuando los alumnos llegan a una edad en la que la actitud que tengan hacia el aula y hacia los estudios tenga una gran repercusión en su propio futuro.
Por ello, y centrándome en la Educación Infantil, puesto que es el tema principal de este blog, me gustaría realizar una propuesta alternativa a esta plataforma escolar tan temida por los alumnos, y tan deseada por las familias.
Debido a que la etapa de escolarización en Educación Infantil trata desde los 3 hasta los 6 años, centrarse en esas edades es imprescindible para poder hacer frente a las necesidades que se planteen al centro por parte de las familias y de los alumnos.
En referencia al centro en el que realicé las prácticas, y teniendo en cuenta que era una guardería y no un colegio como tal, la comunicación entre las familias se realizaba mediante una agenda diaria en la que la maestra durante el tiempo que los niños estaban en clase apuntaba lo que había ocurrido durante la mañana, para que las familias tuviesen constancia de ello, además de comentar en general y un poco por encima cómo se ha dado el desarrollo del día cuando vienen a recoger a los pequeños. A su vez, las familias, debían apuntar en las agendas lo ocurrido durante las horas que los niños han estado con ellos, sobre todo en caso de padecer algún síntoma de enfermedad, ya que de esta manera se logra poner a la profesora en conocimiento de lo sucedido, y así poder actuar conforme a lo comentado por parte de las familias. No obstante, muchas familias no eran responsables a la hora de llevar diariamente la agenda al centro, o simplemente no actualizaban los aspectos fundamentales que se requerían, por lo que esto suponía un pequeño problema a la hora de tener una constancia con la agenda personal de cada niño. 

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